miércoles, 26 de octubre de 2016

Ya nada puedo decirte.

Ya nada podría decirte,
ni siquiera seria justo intentar explicarlo,
no seria adecuado en
ningún sentido.

Ya nada debo decirte, aunque lo desee...

Aunque tenga un sinfín de palabras
que están reservadas para ti...

Así esté ahogándome con el sentimiento.

Ya nada puedo decirte,
porque no estás...

Y porque nunca estuviste.

Dieciocho...

Dieciocho...

El número que de vez en cuando
me sumerge en la
nostalgia, con una añadidura de resentimiento.

Dieciocho... era la fecha en la que
lo conocí.

Que mal estuve al pensar, al siquiera
tener la más mínima esperanza
de que podía ser para mi.

Definitivamente me hacia falta tocar 
un poco el suelo.